Tanto tiempo ha abrazado esta cama,
tan abigarrado el sueño,
y caricia sobre el aire
espeso del vocablo tieso,
de fantasma despedida,
las muertes pequeñas del hambre
huidiza e inactiva;
cuán estéril los ambages de lo etéreo.
Tanto mundo,
magia y
soplo
hay en la siempre sola cama.
10.11.09
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